La biblioteca de Sindita y Salitou

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lunes, febrero 27, 2006

SEXUALIDAD - Todo se cura en la cama

Revista QUO Nº 118. Julio 2005

Unos estudiantes (ella y él) de 14 años en Lesotho, al sur de África, fueron pillados con algo más que las manos en la masa durante una excursión escolar. La excusa que dieron a sus preocupados padres fue sencilla: "el sexo, es bien sabido, cura las espinillas". La verdad es que los avispados estudiantes estaban, en parte, en lo cierto: el coito es espléndido para la salud de la piel, especialmente la femenina.

De ahí ese fulgor especial que, se dice, proyecta una mujer tras el disfrute sexual. La explicación es más sencilla: aparte de ser una actividad vigorosa que causa sudoración (limpieza de poros), los estrógenos liberados durante el orgasmo dan brillo al pelo y alisan y relajan la piel. O sea, que el sexo... merece la pena.

En la mayoría de los vertebrados, la reproducción es imposible sin copular. Por eso, desde el punto de vista darwiniano puede afirmarse que la razón misma de nuestra existencia es encontrar con quien hacer el amor. Así, no es raro que nuestro cuerpo reciba el sexo no sólo con el equivalente neurológico de un "chute" de heroína, sino con una mejora generalizada de la salud.

Parece mentira, pero los datos cantan: reducida mortalidad, menos resfriados, mejor olfato, estados de ánimo más optimistas, endurecimiento de músculos y huesos, adelgazamiento, menores riesgos de infarto de miocardio y apoplejía, menos dolores de cabeza y hasta mejor dentadura; todos esos son los efectos de una activa vida sexual. Hasta tal punto que, según un neuropsicólogo escocés, el sexo es una verdadera fuente de juventud que lentifica el envejecimiento.

Hablamos de una actividad que multiplica el ritmo cardíaco, que pasa de una media de 70 pulsaciones por minuto hasta 180 en el momento más interesante. Lo cual implica un gasto energético, valorado en unas 200 calorías aproximadamente, el equivalente de un buen partido de pádel. O visto de otra forma: practicar sexo una vez a la semana durante un año es fisiológicamente como correr un maratón. Y seamos sinceros: es mucho más agradable.
La cama no se incluye como deporte olímpico, pero comparte con estos, otro de los beneficios del ejercicio físico: reduce el colesterol.